El alumnado Erasmus que ha participado en el Campus Neptuno del 22 al 26 de abril nos cuenta lo que ocurrió cada día de esta increíble semana de concienciación ambiental, convivencia, deporte y cultura marinera:
LUNES, 22 DE ABRIL
Comenzamos el día cogiendo un autobús hacia Hondarribia, donde asistimos a las antiguas colonias de Caja Navarra, ahora conocidas como Campus Neptuno.
Al llegar, realizamos un pacto de convivencia y nos enseñaron las instalaciones. Después, los monitores nos llevaron a la playa a jugar y bañarnos, aunque hacía mucho frío.
Volvimos para la hora de comer: macarrones con tomate, palitos de pescado y, de postre, rodajas de piña.
Después en el tiempo libre nos lavamos los dientes, descansamos etc. Por la tarde fuimos al Museo Eureka, en el cual vimos una exposición de Einstein, del cuerpo humano y de la electricidad. Allí almorzamos un bocadillo de chorizo.
Llegamos de nuevo al campus, nos duchamos y cenamos puré de verdura, salchichas con puré y un plátano.
Luego en la velada jugamos al cluedo. Todos los monitores estaban disfrazados y fue muy entretenido. A la 1:15 nos dormimos. La noche fue divertida para nosotros/as, en cambio para los profesores fue un poco intensa.
Elsa Morales y Ainara Arnas
MARTES 23 DE ABRIL
Empezamos el día yendo a las minas de Arditurri. Fuimos divididos en dos grupos y mientras uno visitaba las preciosas minas, el otro jugaba a la oca pero en una versión diferente. Después fuimos a las colonias a comer lentejas y pollo.
Por la tarde subimos al Monte Jaizkibel. El camino de ida es muy bonito. Vimos muchos árboles: robles, plataneros, laureles… ¡y hasta bambú! El regreso fue precioso: era un sendero estrecho por la costa con unas vistas espectaculares.
Volvimos a ducharnos, cenar y después hicimos la velada, que consistió en una competición por grupos para jugar a las guerras entre romanos y galos. Jugamos con pinzas, cordones y tizas. Consistía en retar a tu oponente y que el/ella decida con qué elemento jugar.
Después de ese divertido juego todos nos fuimos a dormir.
Nagore Hernandez y Maria Villar
MIÉRCOLES, 24 DE ABRIL
Empezamos el día más despejados porque habíamos dormido mejor. Nos vestimos y bajamos a desayunar cereales y tostadas con mantequilla y mermelada.
Nos lavamos los dientes y nos preparamos para ver el Museo Albaola y vimos el San Juan, la réplica de un barco ballenero de 1560 que llevan construyendo desde 2014 con apoyo de la UNESCO. En dos años se estrenará yendo a Terranova, Canadá, donde faenaba el barco original del siglo XVI cuando se hundió con cientos de barriles de grasa de ballena que se utilizaba para hacer velas y para otras muchas cosas, alimentar los candiles, etc.
Luego caminamos al mirador del faro de Pasaia. Las vistas eran preciosas y vimos varios barcos enormes salir de la bahía. También hicimos un juego de reciclaje con distintos tipos de basura y después la recogimos.
La comida fue alubia verde, lomo con tomate (casero, y vaya si se notaba) y melocotón enn almíbar.
Por la tarde fuimos a las marismas de Txingudi y nos explicaron cómo habían logrado regenerar una bahía muy degradada. Una oca se enamoró de nosotros y nos perseguía para conseguir comidas. Varios chicos, y sobre todo chicas, se asustaron. Terminamos la tarde haciendo una yinkana con pistas de pájaros. Fue entretenido.
Cenamos sopa muy sosa y pescado con patatas. La velada fue frenética: hubo varios juegos y terminamos cada grupo envolviendo un huevo con papel, plástico, pañales… Después, los dejamos caer desde el tercer piso y solo se salvó el de los monitores y profes, que tenían hasta un pañal para evitar romper el huevo: ¡TONGOOOOOO!
Luar Fernández y Mateo Alejandría
JUEVES, 25 DE ABRIL
Nos levantamos y lo primero que hicimos fue vestirnos para iniciar el día, luego desayunamos magdalenas con mantequilla y colacao, después subimos a cepillarnos los dientes y bajamos a jugar en el patio.
Empezamos con el ajedrez humano: cada grupo repartía roles (caballeros, soldados, bombas, artificieros…) y después jugamos partidas que eran pura táctica.
Después del ajedrez humano, hemos caminado a Hondarribia para hacer una yincana cultural y no son de esas yincanas que tienes que encontrar pistas, tienes que ir a la gente preguntando unas preguntas por la calle que vamos viendo y apuntarlos en un crucigrama por grupos de las mesas del comedor.
Más tarde cuando terminamos la yincana, nos dejaron una hora libre para comprar recuerdos, comida…etc.
Después, a comer. Nuestro menú de hoy fue:
1°Ensalada con tomate, lechuga, atún y aceitunas.
2°Sopa con un poco de patatas, carne y guisantes.
De postre gelatina a sabor de fresa.
Después de comer, nos han dado tiempo libre para que nos bajara la comida y descansar; luego, vino un guía para hacer un «largo» viaje en barco en el que la guía nos contó y la historia de Hondarribia y Hendaya.
Más tarde del paseo en barco, nos dividimos en los grupos de la mañana del juego ajedrez humano. Un grupo fue a pescar peces, cangrejos, pulpos y gambas con varios artículos de pesca y el otro grupo estuvimos haciendo nudos de los marineros que suelen utilizar.
Después, hemos vuelto andando hacia la colonia para ducharnos y prepararnos para la discoteca y también la maleta para mañana para no perder el tiempo.
Después de las duchas, cenamos:
1° Puré de calabacín.
2° Hamburguesa.
Después de la cena, bajamos a la discoteca y bailamos mil canciones… de las que nos gustan. Los monitores animan un montón, son la bomba.
Juan Esteban Tamayo e Ivon Atanasova
VIERNES, 26 DE ABRIL
Hoy, último día en el Campus Neptuno, nos hemos levantado a las 8 porque teníamos que preparar el equipaje para volver a Corella. Dejamos las maletas en la sala rosa y fuimos directamente al patio, con tiempo libre. Desayunamos después y a las 10:30 fuimos a las sala verde, y allí nos explicaron lo que íbamos a hacer: ¡Un escape room!. Nos pusimos en los grupos del comedor y empezamos.
Nos costó arrancar con el escape room porque era algo complicado, pero en cuanto lo conseguimos, le pillamos el truquillo. Teníamos que ir buscando pistas para encontrar los códigos que abrían los candados de las cajas que te llevaban a otras pistas. Cada equipo tenía una carpeta, con dos comodines de ayuda, una hoja, un boli y dos papeles plastificados que nos guiaban para ir encontrando las pistas. Finalmente abrimos entre todos los grupos la caja de los candados en la que había unos planos.
Cuando terminó el escape room hablamos de mejoras posibles y fuimos a almorzar. Tardamos una hora y 11 minutos en terminar el escape room.
Comimos arroz y croquetas, ¡yummy! Finalmente, nos despedimos de los monitores y de Hondarribia con mucha pena, porque lo hemos pasado fenomenal.
Jana Jiménez Rodrigo