Cuatro Erasmus (Villar Montorio, Lucía García, Daniela Acosta y Yander García) nos cuentan todo lo acontecido en estos tres días de convivencia, ejercicio y naturaleza:
VIERNES 25: PUERTO DE ONCALA-SAN PEDRO MANRIQUE
Un grupete de 19 Erasmus y 6 mayores (padres, profes y una biciclista) nos hemos juntado esta mañana en el IES Alhama. Cargamos las maletas en tres coches y dos furgonetas. Cogimos una carretera con muuuuuuchas curvas y nos costó una eternidad llegar al puerto de Oncala. De camino tuvimos momentos emocionantes (¡qué bonitos los campos de colza!) e incluso impactantes, como pasar por un pueblo que se llama Los Villares una semana antes de las fiestas del Villar.
En el puerto de Oncala nos aguardaban nuestros guías Enrico y Maite, del Albergue Turístico Tierras Altas, cansados de esperar porque hemos llegado con 45′ de retraso.
La ruta a pie ha comenzado en un bosque de acebos. De repente, se nos ha hecho de noche entre los árboles y aún había otra sorpresa: ¡barro! Hubo algún que otro resbalón y zapatillas sumergidas en barro, ¡ay!
Pasamos por tres pueblos muy bonitos: Oncala, El Collado y Navabellida, donde almorzamos y descansamos. El calor ha apretado y al llegar a Matasejún hemos empezado a mojarnos unos a otros con el agua. ¡A cubiertooooo!
Hemos caído en que era el cumple de Juan Rayo y le hemos enviado un audio de felicitación. De repente el cielo se ha abierto y ha comenzado a llover fuerte y sin parar. Las últimas hemos llegado empapadas a la casa parroquial pero nos hemos reído igualmente. ¡Mojadas pero contentas!
Por la tarde hemos visitado el Museo del Paso del Fuego y el recinto donde pasan sobre las cenizas. Qué valientes o qué locos, según se mire.
Hemos cenado en el Restaurante Motores. Al final hemos empezado a tirarnos cosas, pero mejor no lo contamos porque los mayores no se han enterado. ¡Hasta mañana!
SÁBADO 26: SAN PEDRO MANRIQUE-FUENTES DE MAGAÑA
Hoy hemos hecho 19 kilómetros con 700 metros de desnivel. La primera parada ha sido en Sarnago. Como el año pasado, hemos pasado por el lavadero-biblioteca, que no deja de sorprendernos. Y hemos visitado otro de nuestros rincones favoritos: el Museo Etnográfico de Sarnago. Cuánta vida y cuántos recuerdos hay en esas cuatro habitaciones…
La ruta ha sido un continuo subibaja por senderos que, en algunos tramos, tenían un desnivel brutal. Llegando al despoblado de El Vallejo se nos ha enganchado el dron en un pino y hemos tardado media hora en rescatarlo de la copa de un pino.
El almuerzo ha sido en Valdelavilla, donde nos hemos encontrado la sorpresa del día: cerca de 50 Fiat 1500. Se reúnen todos los años en una población del país y justo ha tocado en Valdelavilla. ¡Qué casualidad! Después hemos subido una senda empinadísima por un cortafuegos que nos ha dejado muerrrrrtos.
La comida, casi cena, la hemos hecho a las 18:00 en el albergue de Tierras Altas. Vaya lomo con tomate rico que han guisado. Después, tiempo libre. Varias chicas, que durante el día decían estar agotadas, han ido caminando al pueblo vecino (Cerbón) a comprar chuches.
La cena, ensaladas y hamburguesas, riquísimas. ¡Que vivan Enrico y Maite!
Y aquí estamos viendo un partido de fútbol mú bueno pero interminable…
DOMINGO 27: FUENTES DE MAGAÑA-SAN FELICES
Un grupo de 25 biciclistas y senderistas de Corella y Tudela han querido acompañarnos en los últimos 23 kms por Soria. Entre ellos venían nueve infatigables excursionistas de la asociación «No hay quien nos pare».
Tras despertarnos y desayunar en el albergue de Fuentes de Magaña, nos fuimos directo a Magaña por un sendero estrecho, precioso y por momentos muy expuesto (¡vaya vértigo!). Cuando llegamos a Magaña nos fuimos al bar para almorzar y a la vez descansar. Maribel y Fernando Marín, alcalde de Magaña, nos han enseñado la iglesia y ermita del pueblo. ¡Son chulísimas!
Camino a Cigudosa tuvimos que vadear el Alhama. Pasamos sin grandes problemas aunque con mucho frío porque el agua estaba congelada. De repente Rafael y Kevin se metieron al río y se dieron un baño de diez minutos en las gélidas aguas. ¡Cómo niños pequeños se pusieron! También Miguel transportó a caballito a otras tres personas, su madre incluida.
En Cigudosa fuimos a comer unos ricos bocaditos (podían ser de chistorra, panceta o los dos). Y por último, luego de un día tan largo y cansado, llegó la recta final pero a la vez la más dura y agotadora ya que el sendero era empinadísimo y, por momentos, estrecho y expuesto. Cualquier resbalón o falló y ¡susto al canto! Pero eso nos dio igual y seguimos como si no hubiera un mañana.
Llegamos arriba… ¡POR FIN! Erasmus y mayores estábamos reventados. Las vistas, inmejorables. Los helados, cervezas y cafés en el TeleClub de San Felices, ¡estupendos!
Queremos agradecer a Autobuses Elcarte y, en especial, a nuestro conductor su profesionalidad y paciencia. Un lujo contar con él.
Y así terminaron tres días de convivencia, patrimonio, ejercicio y naturaleza. El año que viene, ¡más!






























