El grupo de Erasmus formado por quince estudiantes y cinco adultos (dos madres, Laura y Villar, dos padres, José Antonio e Ivo, y un profesor, Toño) vivimos el pasado sábado una jornada muy especial, divertida y provechosa. Madrugamos mucho, echamos gasoil, compramos el pan en Fitero y fuimos a San Pedro Manrique. Allí nos recibió Toño Arroyo, el cura del pueblo y de dieciséis más.
El año pasado otro grupo de 25 Erasmus pasaron la noche en la casa parroquial de San Pedro. El señor cura nos planteó un reto para este año: pintar y adecentar la casa parroquial, que es donde vive él, tienen reuniones de catequesis, encuentros de asociaciones, etc. Aceptamos el reto y allí que fuimos con nuestros rodillos, brochas, pintura, escobas, fregonas, espátulas, cubos… Teníamos un día duro por delante pero a media mañana ya casi teníamos dominada la faena. Toño Arroyo, el cura, nos preparó el almuerzo y después ya no rendimos tanto y nos empezamos a despistar, pero logramos cumplir el reto. Laura, la madre de Jana, nos puso muy música buenísima que nos animó un montón.
Pero no todo fue trabajar. A las 14:00 nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y antes de comer tomamos un refresco al sol en la plaza. Elegimos los platos y subimos al restaurante Motores. La comida estaba muy rica y lo pasamos muy bien. Después de comer el señor cura nos enseñó y explicó el Museo del Paso del Fuego. Es una increíble tradición de San Pedro: hacen hogueras la víspera de San Juan y después los mozos del pueblo pasan por encima de las brasas con los pies descalzos. Fuimos también a ver el recinto donde se hace el paso del fuego. Es un lugar impresionante en lo alto del pueblo.
El día terminó con una visita al Albergue Tierras Altas de Fuentes de Magaña, que es donde dormiremos en la excursión Erasmus que haremos en abril. Ah, y también nos quedaremos en la casa parroquial de San Pedro, que está preciosa tras la mano de pintura.
Houssam Benhaoir, 3º ESO
















