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CUARTO DÍA, por Rafael Zapata. 
Por la mañana después de desayunar fuimos a pie de Smithfield Square (Generator) a Mansion House, donde reside el alcalde en Dublín. En un salón precioso el alcalde nos dio la bienvenida, Damien O’Tuama contó los logros en movilidad sostenible de Dublín y Toño Peña agradeció la amabilidad de todo Dublín con el Erasmus y pidió más seguridad en los cruces y más tiempo para cruzar los semáforos. Un científico nos mostró muchos trucos de física que nos encantaron.
A continuación visitamos el Trinity College, que alberga la sede de la universidad, campos de rugby, teatros, cines… 
Después tuvimos  tiempo libre que aprovechamos para   comer y hacer compras. A media tarde nos reunimos en la sede de An Taisce, una ONG que preserva el patrimonio y promueve la sostenibilidad. Las monitoras de Green Schools nos dieron donuts y nos montanos en la botecleta, una especie de bus movido por 10 ciclistas pedaleando al unísono. Había bicis normales, de carga, una discocleta, nuestra yayacleta… Dimos una vuelta muy animada con música alegre y todas las cletas.
Volvimos al Generator y allí celebramos una fiesta de despedida con música y pizzas. Nos entregaron los certificados y aplaudimos a rabiar a todos, especialmente a María Martín y Araceli Cueva, las mayores más divertidas de la historia.

SEGUNDO DÍA EN DUBLÍN

Jana y Villar nos lo cuentan:
«Comenzamos el día tomando unas bicicletas prestadas hasta Howth, un pueblo costero a 20 kms de Dublin. Estuvimos bastante rato pedaleando hacia la primera parada, el jardín comunitario de Dublín, aunque a decir verdad había muchísimos semáforos y teníamos que parar bastantes veces. En el jardín nos sirvieron café y té, nos explicaron que a ese jardín iba mucha gente y también personas con discapacidades intelectuales porque cuando iban se relajaban al plantar diferentes especies de plantas y comimos unos sandwiches. 
Más tarde retomamos la ruta, y nos dirigimos hacia la playa North Irlanda en la cual, estuvimos recolectando conchas, para averiguar cuántas especies de ellas encontrábamos. Conseguimos obtener 16 tipos de conchas aunque nos contaron que podían llegar hasta a haber más de 20 tipos. Continuamos la ruta, bordeando la costa en bastantes tramos, hasta llegar al restaurante en el que cenaríamos, Fish and Chips. Durante el trayecto hubo varios percances, pero nada grave. 
Después de cenar, dimos un paseo por el puerto en el q vimos varias focas y fuimos hacia la parada del tren para ir volviendo al hotel. Al bajar del tren estuvimos caminando durante media hora hasta el hotel, durante este recorrido, vimos varios monumentos, como el Spire o el portal directo a Nueva York con video en vivo. Al llegar al hotel, nos dimos todos una ducha y nos fuimos a dormir.SEGUNDO DÍA EN DUBLÍNJana y Villar nos lo cuentan:
«Comenzamos el día tomando unas bicicletas prestadas hasta Howth, un pueblo costero a 20 kms de Dublin. Estuvimos bastante rato pedaleando hacia la primera parada, el jardín comunitario de Dublín, aunque a decir verdad había muchísimos semáforos y teníamos que parar bastantes veces. En el jardín nos sirvieron café y té, nos explicaron que a ese jardín iba mucha gente y también personas con discapacidades intelectuales porque cuando iban se relajaban al plantar diferentes especies de plantas y comimos unos sandwiches. 
Más tarde retomamos la ruta, y nos dirigimos hacia la playa North Irlanda en la cual, estuvimos recolectando conchas, para averiguar cuántas especies de ellas encontrábamos. Conseguimos obtener 16 tipos de conchas aunque nos contaron que podían llegar hasta a haber más de 20 tipos. Continuamos la ruta, bordeando la costa en bastantes tramos, hasta llegar al restaurante en el que cenaríamos, Fish and Chips. Durante el trayecto hubo varios percances, pero nada grave. 
Después de cenar, dimos un paseo por el puerto en el q vimos varias focas y fuimos hacia la parada del tren para ir volviendo al hotel. Al bajar del tren estuvimos caminando durante media hora hasta el hotel, durante este recorrido, vimos varios monumentos, como el Spire o el portal directo a Nueva York con video en vivo. Al llegar al hotel, nos dimos todos una ducha y nos fuimos a dormir.

ALUMNADO ERASMUS EN IRLANDA (Día 1)

Quinto encuentro del Erasmus «Generaciones pedaleando por la inclusión y la acción climática” co-financiado por la Unión Europea. 
Ainara Arnas, María Gil y Elsa Morales nos lo cuentan:
«El primer día en Dublín no ha defraudado. Para empezar, Robert Abbey, de EBSE Dublín, nos ha prestado una yayacleta para estos días y directamente María Martín se ha subido y hemos empezado a pasear.
Hemos comenzado la ruta por la ciudad con una visita al Tailor’s Hall, un edificio de 1706 donde está la sede de An Taiske, una entidad financiada con fondos públicos para preservar el patrimonio e impulsar la movilidad sostenible y la acción climática. Tras varias presentaciones breves (red ciclista de Dublín, Merchant’s Quay -apoyo a personas con adicciones- y Voice, un taller sobre el consumo de ropa) disfrutamos una visita guiada de la mano de Elita. 
Hemos comido (¡al sol!) junto al Castillo de Dublín. Continuamos paseando por Grafton Street y el Temple Bar. Allí el alumnado ha tenido un par de horas de tiempo libre. El día ha terminado con una cena en Chocolate Factory, un local para artistas y para el encuentro de asociaciones donde cenar muy rico por un precio módico. Mañana, ¡más!

El viernes 11 de octubre, el alumnado del IES ALHAMA se sumó a la huelga de estudiantes y se acercó hasta las puertas del centro para dar lectura a un manifiesto, en defensa de una educación justa y transparente.  Su queja se remite al Departamento de Educación por la falta de información sobre los cambios en la nueva Prueba de Acceso a la Universidad. Reclaman un sistema público donde prime la información y la transparencia, con unas instrucciones claras desde el principio.  Piden poder preparar la PAU, sin el temor a noticias contradictorias o cambios de última hora en los criterios de evaluación.
Gran parte del profesorado ha apoyado esta iniciativa y se ha sumado a esta convocatoria.

¿Qué hacer con la comida?
Dentro de los talleres que ofrece la Mancomunidad de residuos, hoy se han acercado hasta el instituto para ofrecer al alumnado una formación que permita conocer dónde y cómo se puede reciclar los restos de comida.  El objetivo es contribuir a crear un entorno más sostenible, evitando el uso del papel de aluminio o de otros formatos. Todos los grupos han conocido algunos problemas ambientales que genera el envoltorio del bocadillo, tales como la emisión de CO2, por eso tras unas dinámicas de presentación, se han repartido bocateras para hacer los almuerzos más sostenibles.

Ganadores del primer concurso de fotografía «Viaje de estudios. La Toscana 2024»